miércoles, 5 de septiembre de 2012

CELEBRACIÓN DEL DÍA DE SANTIAGO
MARCHA NOCTURNA: VEGA DE VALDETRONCO-MOTA DEL MARQUÉS
Salida junto a la parroquial de Vega de Valdetronco
Parecía que el mal tiempo nos acompañaría esa noche del 27 de julio, pues el día anterior había hecho acto de presencia la lluvia, pero afortunadamente no se cumplieron las predicciones meteorológicas y se pudo hacer la etapa  sin ningún problema. La salida se programó para las diez de la noche junto a la iglesia de Vega de Valdetronco. Allí se produjo la concentración de noventa personas dispuestas, aprovechando la luminosidad de la luna llena, a recorrer los aproximadamente ocho km que separan a ambas localidades. La alcaldesa recibió a los peregrinos con palabras de aliento de cara a lo que se avecinaba. 
Gloria Hernández narra las leyendas motanas
No habían trascurridos quinientos metros y el gran grupo se fragmentó en diversas unidades y así se mantuvieron durante la hora y media que duró la caminata. La noche se ofreció en todo su esplendor para el desarrollo de la actividad. Sin calor excesivo y con una  claridad suficiente, se avanzaba a buen ritmo entre conversaciones de todo tipo. Aunque el firme del camino se mostraba  compacto y sin muchos baches,  hubo que tomar precauciones, sobre todo en la parte de subida al páramo desde donde se divisaban  en lontananza las luces del caserío de Mota. Sobre las once y media llegaban los de cabeza a la plaza mayor de la localidad motana, mientras que los más rezagados lo hacían veinte minutos más tarde. 
Esperando el chocolate
Tras la reunión se realizó la subida al castillo a través de la empinada cuesta en forma de sendero que se inicia junto al ayuntamiento, aunque algunos de los  participantes prefirieron quedarse  descansando en las terrazas de los bares.  A medida que se acercaba a la cima del montículo el viento fresco comenzó a sentirse en el cuerpo por lo que aparecieron las ropas de abrigo. Ya en la torre-castillo y a base de potentes linternas se pudo apreciar el andamiaje que sujeta las paredes  y la necesidad de recuperación del edificio. Las vistas hacia Mota, visible por las luminarias del alumbrado público, producían la impresión de encontrarnos ante un macrobelén navideño. Ante la portada, la profesora Gloria Hernández narró un par de leyendas relacionadas con el pueblo y que atrajeron la atención de los intrépidos “escaladores”. El chupito de café-licor y unas pastas caseras ayudaron a bajar, eso sí, con muchísimo tiento hasta la plaza central. 
En el casino se ofreció un reconstituyente chocolate acompañado de torrijas y dulces de la zona. A las dos de la madrugada se daba como concluida la marcha nocturna.

1 comentario:

rbca dijo...

Lo más bonito de toda la marcha, sin duda, fue la subida al Castillo. Estar allí, de noche, entre la ruina de la Torre que, como puede, se mantiene en pie, para mi fue espectacular. Espero que los que no sois de Mota también disfrutaraís de estar alli.