domingo, 11 de enero de 2015

PUERTA SANTA O DEL PERDÓN
De las puertas que dan acceso a la catedral compostelana desde las cuatro plazas que la enmarcan, una de las más conocidas y a la vez de las menos utilizadas es la Puerta del Perdón o Puerta Santa.
Peregrinos de ACASSE Santiago-Finisterre 2011
La Puerta Santa es la más cercana a la escalinata que existe en la Plaza de la Quintana (la otra puerta próxima es la Real) y se considera la meta de los peregrinos que llegan a Santiago de Compostela en busca del Jubileo. Se abre el 31 de diciembre anterior al Año Santo, aquel en el que el 25 de julio cae en domingo. Un privilegio que data del siglo XII, mediante bula del Papa Alejandro III, que permitía ganar en Compostela las mismas indulgencias que se ganan en Roma los años jubilares, que allí suelen coincidir cada 25 años. Se trata de la bula de concesión más antigua que conserva la religión católica, la “Regis aeterni”, fechada en 1179. En ella se confirma un privilegio anterior concedido por el Papa Calixto II, quién da nombre al Códice Calixtino.

Cerrada con una reja, fue una de las 7 puertas menores y estuvo dedicada a San Paio, cuyo monasterio está justo enfrente. Su función actual data del siglo XVII, en el que fue construida su fachada actual. Sobre ella puede verse al Apóstol Santiago, y a sus discípulos Teodoro y Atanasio a sus costados. A ambos lados de la puerta están colocadas 24 estatuas sedentes de apóstoles, patriarcas y profetas, dispuestas en cuatro calles de tres cuerpos a cada lado, todas procedentes del coro románico construido por el Maestro Mateo, autor del Pórtico de la Gloria. Es conocida también con el nombre de Pórtico del Perdón o Puerta de los veintisiete sabios.
Por esta puerta, realmente una antesala, se accede a un pequeño patio, en cuyo fondo está la auténtica Puerta Santa, por la que se entra a la girola o deambulatorio del ábside de la Catedral, muy cerca del Sepulcro del Apóstol.
La Puerta Santa ha estado tapiada por tradición con un muro de piedra, cuya dureza simboliza el duro peregrinaje por el Camino de Santiago. Cada tarde del 31 de diciembre previa al Año Santo el ritual de apertura de la Puerta Santa se repite: una procesión religiosa que sale por la puerta de Platerías encabezada por el Arzobispo y autoridades políticas se acercan a la puerta; el oficiante llama tres veces con un gran martillo de plata y pide al Apóstol Santiago permiso para entrar. Acto seguido se derriba el muro.
Un año después se cerrará la Puerta Santa con el mismo cortejo. El Prelado bendice e inciensa las nuevas piedras, coloca una de ellas sobre el liminar o entrada y, mientras se canta el “Caelestis urbs Jerusalem”, vuelve al templo por las Platerías: el Año Santo ha terminado.

Puerta interior catedral
En diciembre de 2003 se sustituyó la antigua puerta de madera del portillo por una de bronce, obra del escultor compostelano Suso León, cuyo presupuesto fue de 126.000€, costeada por más de treinta empresas y organizaciones profesionales de la capital gallega. En una de sus caras muestra a Jesús, a Santiago y a los peregrinos más famosos que llegaron a Santiago. En la otra, se sintetizan los seis momentos esenciales de la vida del Apóstol.
Las fotos corresponden a la peregrinación que socios de ACASSE-VA realizaron el Año Santo de 2.010.

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